Según una leyenda hawaiana, Laka, diosa del hula, dio a luz a la danza en la isla de Molokai en un lugar sagrado de Kaʻana. Tras la muerte de esta diosa, sus restos fueron escondidos bajo la colina Puʻu Nana.

Otra historia habla de Hiʻiaka, que bailaba para calmar a su fogosa hermana, la diosa de los volcanes Pele.

Los Cánticos y las Danzas hawaianas cuentan las historias de la creación, de la mitología, hablan sobre la realeza y sobre otros acontecimientos o personas relevantes de su historia.

Siendo la tradición hawaiana completamente oral, estos cánticos y danzas constituyen la única manera de conocer y aprender su cultura y tradición milenarias por lo que estos han sido y son transmitidos fielmente y de forma estricta de generación en generación

La Danza Hawaiana se caracteriza por los movimientos de las manos que representan aspectos de la naturaleza, tales como el vaivén de un árbol o la brisa de una ola en el océano; aunque también representan emociones como tristeza o anhelo. Los movimientos de pie y de cadera son, a menudo, pasos básicos que acompañan la narración de la historia.

En el Ori Tahiti o Danza Tahitiana tenemos las “Aparimas” danzas lentas y sensuales donde las manos y la seducción son las protagonistas de la danza y “Oteas”, danzas de percusión donde los movimientos vigorosos de la  cadera toman el protagonismo.

En las clases, a partir de septiembre, aprenderemos además de las canciones y las danzas, el diseño de vestuario y tocados de la cabeza, ya que forman también parte fundamental de su tradición.